Si se te ha llenado la cocina de esas molestas hormiguitas, que le van a todo: limpia las mesetas de la cocina con una mezcla de vinagre blanco y agua y luego rocía con bicarbonato de soda (presionando un poco dentro de las grietas con un hisopo de algodón).
Después que la aplicación inicial haya tenido éxito en matar las hormigas que estaban presentes, un poquito de bicarbonato en cada esquina evitara que regresen.
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