A modo de veneno, el remedio casero más práctico y fácil para acabar con las cucarachas, es comprar un sobre de ácido bórico, mezclar con 2 tazas de harina, 1/2 lata de leche condensada y 1 taza de agua. Si consideras que es complicado unificar todos los ingredientes también puedes optar por hacerlo con migas de pan.
Todo ello hay que mezclarlo en un recipiente de plástico que nunca más vayas a utilizar, teniendo en cuenta que este producto es extremadamente tóxico y puede hacer daño a niños o mascotas si lo ingieren por descuido. Una vez que hayas elaborado bolitas de esta masa, colócalas sobre platitos, en los lugares más habitados por estos bichos porque en cuanto las vean se las comerán y acto seguido, morirán. Esta fórmula resulta infalible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario